martes, 30 de octubre de 2007

"Reflexiones de Palabras y Vida"


Palabras, todos decimos.

Amigos, pocos tenemos.

Libertad, por ella luchamos.

Amor, no siempre conseguimos.

Belleza del alma, el bien mas preciado.

Riquezas, unos cuantos adolecemos.

Años de más, ninguno queremos.

Sueños dulces, todos deseamos.


Y de la música en el corazón, don añadido.


Vivir en paz con nosotros mismos, todos añoramos.

Ideas geniales, todos pretendemos.

Dar sin pedir nada a cambio, no aprendemos.

Avatares en la vida, todos sufrimos.

"Amigo"

Eres de los que quedan pocos
Saber decir y hacer al mismo tiempo
armas estratégicas que sabes honrar.
Abren puertas, ventanas y pestañas,
salpican de sal y especias al mundo.
Endulzan la vida con mieles y azúcares.

Saber escuchar, es una de tus virtudes
quizás la que más te ennoblece.
Agradece a las piedras en tus pasos
porque han hecho de ti, un hombre sabio.
Hombre sabio digo,
aún mejor, un gran hombre.



A mi amigo Theo.

"Verdades cotidianas"

  • De mi soledad estoy hastiada.

  • De mis desaciertos, continúo agobiada.

  • De la incertidumbre de la vida, confundida.

  • De la sonrisa de mis hijas, fuente de energía.

  • De la ilusión de encontrar el amor, siempre esperanzada.

domingo, 28 de octubre de 2007

“Lluvia y viento”




Lluvia que viene con viento,
mojas la tinta y confundes el verso.
Hojas secas, tierra, cenizas,
agua que arrastra mis pensamientos.

Lluvia que invade todo mi ser
y borra lo que fue y no es.
Mis penas, sueños, deseos.
Todo se lo llevó el viento.

jueves, 25 de octubre de 2007

"El lápiz a rayas"


Un día cualquiera de vacaciones un roído y despuntado lápiz a rayas, decidió cambiar su vida. Había sido abandonado, en la última gaveta de un escritorio que ya nadie utilizaba y estaba aburrido de no hacer nada. El lápiz muy dispuesto y animosos trató de rodar hacia delante y hacia atrás cogiendo impulso para rozar con las hojas de papel de un blanco reluciente que estaban muy próximas.

Había decidido hacer algo grande y duradero, algo que todos recordaran. Quería que sus compañeros estuvieran orgullosos de su amistad. Al fin y al cabo, él no era cualquier cosa, había pasado por muchas manos que le dieron su forma final para que pudiera ser útil. El lápiz no iba a permitirse el lujo de acabar reducido a polvo y grafito en un cajón olvidado. Allí estuvo mucho tiempo lo que le permitió pensar mucho y tomar su decisión. Había llegado a la conclusión de que si estaba con aquellas hojas de papel no era una casualidad.

Decidido y con un último impulso se pegó un empujón y cayó justamente sobre una de las hojas, muy ilusionado se irguió orgullosamente y comenzó a realizar ligeros trazos. Estaba muy inspirado y no quería parar de moverse. Subía y bajaba. Las líneas que aparecían en el papel dibujadas estaban por todas partes, no podía dejar de frotarse contra el papel, todo aquello le causaba gran exaltación. Se sentía vivo nuevamente, con energía y ganas de hacer cosas grandes. Luego fueron apareciendo formas dibujadas que ni siquiera pensó que podía llegar a hacer.

Un bolígrafo que observaba cauteloso no atinaba a decir palabra, nunca había visto nada igual, aquel lápiz despuntado podía escribir y hacer rayones y figuras. -¿Cómo podía ser esto posible, pensaba?. Si apenas le sobresalía el grafito en su extremo. Era un pedazo de madera con figura alargada y una incipiente punta. ¡Increíble, más bien inaudito, repetía bajito porque no se atrevía!.

El bolígrafo era envidioso y comenzó a llamar la atención del lápiz haciendo un acopio de su escaso valor. Sí escaso, porque generalmente los envidiosos son cobardes y ese era el caso de este personajillo. Alzando un poco la voz insultaba al esforzado lápiz diciéndole:

-Oye tú, viejo rayado esas hojas no son para que las embarres haciendo garabatos. Las estás manchando con tu oscuro grafito. ¿ Acaso crees que alguien verá lo que estás haciendo?.

El lápiz seguro de su obra no se dejó provocar y continuó en su quehacer, no quería perder ni un segundo pues empezó a sentir voces que se acercaban de la habitación más cercana. Por un momento pensó que no terminaría a tiempo, por eso los trazos cada vez eran más y más fuertes engrosándose la punta. Los agudos e impacientes trazos le daban un toque impetuoso al dibujo que cobraba ya forma en la blanca hoja de papel dándole una perfecta terminación.

La hoja también hacía lo suyo, quería ayudar y se mantenía quietita porque comprendía que su compañero se sentía inútil y sumido en el total abandono. La complicidad de ambos se hizo evidente en la consumada obra. A ella no le importaba ser usada por aquel lápiz, sabía que los verdaderos valores no se ven, las apariencias no tenían ninguna importancia. El contenido que su amigo guardaba en su interior era lo importante. Ella era la primera en ver con asombro lo que había creado el viejo lápiz.

Aquellos trazos trascenderían a la historia, eran mágicos, sus esfuerzos agotaron la poca fuerza que le quedaba pero valía la pena. El dibujo plasmado en el papel tenía un gran significado. Lástima que no sería descubierto al no ser que sucediera un milagro y alguien se dignara a abrir el cajón.

El compás, la goma, el sacapuntas y todos los colores de pasta, quisieron ayudar al lápiz en su empeño y juntos tiraron a una voz del cajón hacia fuera del escritorio.

La algarabía que armaron fue suficiente para que el cajón fuera a parar al suelo y despedazado, todo lo que estaba en su interior rodó por la habitación. El ruido causado por los inquietos amigos del lápiz, hizo venir al padre de Amanda a la habitación. El papá de la niña asombrado por lo que veía dibujado en la única hoja de papel escrita, estaba atónito y entusiasmado al mismo tiempo. Su hija era una artista y él no lo había notado, el talento escapaba del papel. Se sentía avergonzado, le dedicaba poco tiempo a la niña. El trabajo lo absorbía completamente.

El viejo y roído lápiz a rayas había captado toda la tristeza y soledad que Amanda sentía, la niña necesitaba más cariños y mimos, sentirse importante para sus padres. El lápiz lo reflejaba con líneas y trazos que el padre comprendió muy bien. Pensaba que Amanda le reclamaba atención a través de aquellos trazos. En el dibujo estaban los sentimientos de la niña sombreados árboles mudando las hojas hablaban por sí mismos y aquella silueta aislada, despeinada por el viento, sentada en el banco era Amanda, el dibujo era muy claro. Jorge el padre de la niña se conmovió profundamente y vio en aquel dibujo todo lo que su hija vivía calladamente.

El padre acercó a la niña y la estrechó en sus brazos, no sabía qué decirle, pero Amanda esperaba tanto ese abrazo que no le hizo falta nada más, su rostro se iluminó con una hermosa sonrisa y un beso tierno en la frente de su papi. Con un te quiero papá.

Todo cambió en la vida de Amanda, aquel dibujo sensibilizó a su padre, nuevamente se le oía cantar por los pasillos y jugar con otros niños de su misma edad. Jamás supo qué le había ocurrido a su papá para que cambiara tanto. Lo que sí sabía era, que éste papá le gustaba más, siempre le adivinaba el pensamiento. Hasta la matriculó en un curso de pintura. Tampoco el papá se enteró nunca que el viejo lápiz había hecho el dibujo que cambiaría para siempre la vida de su familia.

Mientras, en el fantasioso y mágico mundo ignorado por muchos, estaban todos los objetos dentro del cajón orgullosos de ser amigos del viejo, generoso y sensible lápiz a rayas.

martes, 23 de octubre de 2007

“Suspiros y sombras”



¿De que me sirve tenerte un día,
si con la noche llega el umbral de la muerte?.
Callada ausencia, firme mirada, palabras vacías.

¿De que me sirven si aquí no estás?.
Lejanas sombras inalcanzable azul.
Anillos, palabras, fantasmas y azahares,
señales, firmas, nimiedades absurdas, inmensa letanía.

¿De que me sirve, sólo mirarte?.
Hierba fresca, largos silencios, infinitos minutos,
ceño fruncido, aliento a humo.

¿De que me sirve despertar?.
Brazos ardientes,
cálido pecho y helada el alma.

¿De que me sirve , saber que existes?.
Frágil poesía, ¡valiente sombra de suspiros!,
convulsiones sin la ternura.

“El viejo José”



El viejo y su gorra con melodía
a todas partes cantando va.
Contando historias con poesía
y sus pregones diciendo está.

Sabe las letras y es ingenioso,
recita y canta a los curiosos.
Sus frutos vende sin esforzar,
maduros, verdes, sabores varios
a la carreta van a parar.

Poco le duran estos manjares
y si se acaban vuelve a empezar.
Todo de nuevo labra y recoge,
recoge y labra con simpatía.
Cosecha amplia a la cesta va.

Manos callosas y blancas canas
peina el gallego y regresa ya.
Tarde en la noche el olor a tierra
apasiona su alma que viene y va.

Cada mañana amanece el día,
con el abuelo llega y se va.
El agua fresca brota y se moja
todo en la huerta cubierto está.

Paciente mima a las suaves hojas,
retoños verdes , flores y espinas.
De los naranjos brotando azahares
nuevos olores danzando van.

El suelo ardiente sediento grita,
sus botas viejas volando van.
El agua empapa su frente ardiente
el aroma a tierra se siente ya.

“Tierra del fuego”



¡América, tierra viva,
tierra del fuego, cuna de todos!.
Amamantas a tus hijos,
sin importarte si vienen o van.

¡Verdadera madre, acunas a lo grande!.
Tu nombre ennoblece la historia de este siglo,
que obligado, registrará los pasos de tu gente.

Animas y das palmadas a tus niños
y con leche tibia calientas sus vientres.
Cedes tus hombros cansados por las penas,
lágrimas derramadas,
que no quedarán impunes por el tiempo.

Tus cimas flotan, disfrutan ocultas con ventaja
tras las nubes, pidiendo a la madre creadora,
que asome un poco la mirada,
ante la injusticia cruel, que destruye y tala.

Tu belleza americana bien moldeada.
Trajiste al mundo gigantes,
que brillan con luz propia,
hombres increíbles, que en sí mismos,
cargaron el amor de muchos hombres.

En tu pecho, arrullaste la cultura Maya.
Jeroglíficos eróticos resaltan al mundo
la absoluta verdad del amor eterno.

domingo, 21 de octubre de 2007

“Ilustres de la tierra”


Inspirada en las voces
de poetas que marcaron,
mi ímpetu y mis sueños,
se alza Guillén, con su muralla
y enciende la llama apasionada,
de palabras que arden en mi hoguera.

Martiano mi espíritu conmovido,
con los zapatos de cristal de Pilar,
ve llegar orondo al sombrerito,
que Bolívar vestía al pasar.

Neruda, el viento levanta
las cenizas de América,
angustiada, airada e impaciente,
clama con gritos indecibles:
¡Que a sus muertos la memoria
no los arrastre en la corriente!.

La Loinaz desde su tropical jardín,
iluminaba con ternura y candidez
augurando con presagios,
el pesar de lo viviente.

En Cartagena de Indias, García Márquez,
en sus descripciones a lo grande,
hace poesía
y la humildad de Barranquilla se ilumina.

Carpentier, Benedetti y tantos,
arrullados en el seno de América
resplandecen como heraldos
que traspasan la cumbre de sus cunas
y atraviesan océanos de ideas,
germinando en la cima de sus montañas.

El canto Andino de la Sosa
de manos de Cernuda, Góngora y Lorca,
regalan pinceladas de amor
a la tierra toda.

Dalí, colorea con flores,
ilusiones de pasteles y acuarela
con sangre blanca, india y de piel morena.

"Alba la ballena azul"



Alba es una ballena gigante, los hombres le dicen la ballena azul, no la llaman por su verdadero nombre. Muchos le temen por su gran tamaño pero Alba es noble y amiga de sus amigos. Cuando sea mayor quiere tener familia, anhela ser madre, pasear a su pequeño por todo el océano. Alba mide treinta y dos metros y es la más pesada de las criaturas que ha habitado en los mares.

Durante mucho tiempo ha sido feliz nadando y conociendo las profundidades del Antártico, de donde ha aprendido todo lo que sabe. Disfruta cada día lo que le ofrece el lecho marino que le sirve de casa, el mar es su mundo y allí se siente dueña y señora. Es muy selectiva y elige con quien compartir, en eso se nos parece mucho. Cada vez que quiere, sube a la superficie y por eso conoce el infinito cielo. Allá lejos cuando parece que se acaba el mar y se confunde con él, es donde mejor se siente y nada sin preocuparse. Cuando se le antoja, baja a las profundidades cruzándose con otras criaturas que la respetan y la quieren.

Alba es muy rápida, lo que le ha salvado en muchas ocasiones, pero ese tiempo en que nadaba confiada ha llegado a su fin. Los hombres hicieron grandes y modernos balleneros y la captura de las ballenas se desplazó al Antártico. Alba nunca más ha podido dormir tranquila. Las flotas la persiguen sin cesar, usan todo tipo de aparatos que la descubren adonde quiera que se esconda con sus radares y hasta desde el aire le disparan con sus armas volando en helicópteros. Si conocieran a Alba y pudieran escucharla no harían estas cosas, incluso algunas de sus conductas son muy comunes en nosotros los humanos. Deberíamos de aprender de estas enormes criaturas y aprovecharnos de su bondad para conocerlas mejor y protegerlas.

La inmensidad del océano es infinita y sus habitantes existen mucho antes de que el hombre pensara en poblar la tierra. Los seres humanos todos juntos podrían perderse millones de veces en el mar y ser encontrados por criaturas como ella. Sus antecesores tatarabuelos conocían los fondos marinos y viajaban grandes distancias. Alba y los suyos han visto más que nosotros y guardan inauditos secretos que debíamos compartir. Ella sólo quiere respeto, está dispuesta a conocernos y nuestro egoísmo e ignorancia no nos deja tiempo para entenderla.

La ballena azul que conozco, le gusta que le llamen Alba, me lo ha dicho muchas veces cuando la sueño despierta, en su ejemplar bondad ha dado el primer paso con increíbles sonidos y vibraciones que no intentamos escuchar, de sus largas conversaciones he aprendido que necesita recuperar su espacio. Alba al igual que nosotros quiere tener familia y necesita su libertad, me ha enseñado que podemos vivir todos en paz, juntos fuertes y débiles. Me convenció y le he creído, nos ha dado un voto de confianza. Podemos intentarlo, aún hay tiempo. Cuidándola seremos mejores y con nuestro empeño haremos que también nuestros hijos puedan conocerla un día.

martes, 16 de octubre de 2007

“Nostalgia”



Desde el rincón oscuro de mi alma,
tomo la pluma para liberar los versos,
que encarcelan el espíritu del aire
que no escapa ni bulle en mi garganta.

La prisión inmensa de nostalgia
encadena las ansias de la tierra,
que pisara a diario con mis plantas,
en un tiempo sabio de la infancia.

Mi isla en las entrañas arde,
apasionada vibra en el flujo de mi sangre,
violentando las vivencias cotidianas
desde la fría Europa que las hace más lejanas.

Cálida lengua sin igual,
incomparables y majestuosas sus montañas
inspiran mis pupilas dilatadas,
anhelando el encuentro con su magia.

El olor a nubes cargadas de agua pura,
invade los sentidos que se inflaman.
La piel expira la crudeza del amor
que encierra la lánguida
y triste de mis últimas miradas.

El cielo azul se opaca con grises nubes
formadas por una inconmensurable sed,
invadiendo mi cuerpo que gime y llora
la perdida de su amada.

Amada madre, amada tierra,
extraño el éxtasis de tus flores,
Nomeolvides, Lirios y Azucenas,
que reaparece y se adueña
oportuno de mis sueños.

lunes, 15 de octubre de 2007

"La Secoya"



En el bosque de California crecía un árbol de Secoya que vivía tranquilamente, rodeado de muchos otros que crecían tan cerca de éste que lo agobiaban con su sombra. La Secoya quería alejarse, pero sus raíces bien sujetas al suelo no se lo permitían.

Un buen día sus ramas y hojas, hartas de moverse en busca de la luz del Sol, tomaron una decisión. Tenían que llegar a un acuerdo para poder salir adelante. Sin el Sol nunca llegarían a ser un gran árbol. Necesitaban de su energía para alimentarse y enviarla a través del tronco a las raíces, que a su vez obtendrían la fortaleza necesaria para arraigarse bien a la tierra y buscar agua y nutrientes. Pero todo tenía que estar muy bien dispuesto para que cada parte del árbol estuviera convencida y actuar coordinadamente o no lograrían sobrevivir.

Así fue, las raíces, el tallo, las ramas y las hojas; unidas en un mismo propósito, comenzaron a trabajar juntas. Tanto tanto creció el tronco en altura que llegó a los cien metros y no había en todo el bosque árbol tan alto. Sus hojas se tornaron verdes y tersas, el Sol las tocaba cada día, pero por si fuera poco, el tronco también engrosó hasta doce metros de diámetro. Tenía que estar muy fuerte y firme para sostener a todas aquellas ramas que llegaban tan alto.

En el interior de su tronco se contaban miles de anillos, reflejando la avanzada edad del árbol. El inmenso y majestuoso árbol de Secoya es hoy en día uno de los árboles más altos que existe, pero además, el de nuestra historia es de los más viejos de estos gigantes.

domingo, 14 de octubre de 2007

“Andalucía”



¡Andalucía!.
¡Nombre de mujer preciosa!,
delicada y tierna eres.
Tierra de poetas y cantores.
¡Privilegio de España!.
Tesoro que desborda talento y gracia.


¡Andalucía!.
La alegría de tu gente,
enardece en las ferias.
Exhibes hermosas bestias.
Cortejo que conquista con sus cascos,
el orgullo de un pueblo que te afama.

¡Andalucía!.
Generosa, te adueñas de corazones
de mujeres y hombres
que cobijas en tu seno.
Recordando a tus hijos buscando abrigo,
refugiados en lejanos suelos.

¡Andalucía!.
Removiendo tus venas,
crecen y endulzan tu aire
Olivos, Álamos y Castaños,
colmando de aliento y vida,
quedan cementadas las nostalgias.

¡Andalucía!
Cernuda, Góngora y Bécquer,
nacieron en tus entrañas.
Los amores y sueños
de Machado, Lorca y Alberti
arrebatan suspiros al alma.

¡Andalucía!,
¡Nombre de mujer preciosa!.
Tu música viaja por el mundo
y en la fibra de tus músculos,
late la savia ardiente
del salero Flamenco y las Sevillanas.

“La vida de Aqüitín”


Una mañana, en la finca de Jacinto donde se regaban Girasoles, en la inmensa espesura que formaban las flores del Girasol, había una preciosa gota de agua extraviada, era Aquitín la pobrecilla estaba muy asustada porque andando y andando se iba internando y ni cuenta se daba.

Aqüitín impecable de limpia y traslúcida como el cristal resplandecía sobre una hoja. El sol de la tarde la iluminaba y pareciera como si el mismísimo arcoiris le diera su mano y estuviera posado en aquella hoja, se formaban lindísimos colores a través de la luz, haciéndola parecer una hermosa libélula de primavera. La gota estaba espléndida, pero su miedo no la dejaba recrearse en los admiradores que atónitos suspiraban. Toda una fila de hormigas rubias jadeantes por el largo camino recorrido a través del tallo del Girasol en continua escalada, se acercaban hacia ella, que sin sospecharlo no se inmutaba.

Por su parte de un nido de gorriones un pequeño gorrioncillo muy osado y con mucha curiosidad se acercó a ésta, bebiendo minúsculas partículas de ella . La gota no cabía en si misma, la desesperación hizo presa de su voluntad y tratando de impulsarse se deslizó cayendo en picada hacia una rama mas baja que le ofreció espléndida una de sus hojas para que reposara por unos instantes. De pronto un soplo de brisa suave envolvió a la gota y la arrastró lejos, no sin antes caer parte de ella a la tierra que sin chistar se la tragó de un bocado.

Algo parecido le sucedió a la minúscula partícula de la gota que se quedó en la hoja, hacía tanto calor que perdió la conciencia, sentía que flotaba en el aire, subía y subía: Al recuperarse y abrir los ojos se percató de estar en el infinito cielo azul, envuelta en una nube gigante que fue creciendo y haciéndose cada vez mayor y cambiando de tonos grises a oscuros negruzcos. Fue entonces que empezó a caer agua de ella en forma de pequeñas y finas gotas transparentes, perfumando el espacio inconmensurable con olores que sólo el agua sabe dejar cuando moja a la tierra sedienta, a las plantas agradecidas y a las flores que se abanican con la caída del agua y el movimiento del aire.

Mientras, muchas pequeñas gotas de agua estaban siendo absorbidas por el suelo, se movían rápidamente hacia abajo y lateralmente, el agua se sentía dividida en fracciones de múltiples gotas que se perdían en la infinita tierra sedienta. Las que corrían hacia los lados eran atraídas por las raíces de las plantas de Girasoles que cubrían todo el terreno. Las raíces se tornaban turgentes y húmedas de agradecimiento, compartiendo el agua absorbida con el resto de la planta, ascendiendo a través del tallo a las partes altas expuestas en la superficie del suelo.

El resto que escapaba de las raíces llegó muy hondo a lo infinito de la tierra, Aquitín sorprendida sentía como a su paso se abrían diminutos canales que se convertían en imperceptibles poros que nunca creyó que existieran en lo mas profundo de la tierra. Todo era oscuro cuando sin pensarlo empezó a sentir cierto alivio y frescura. Había llegado hasta una gran masa de agua. No podía creerlo.-¿Será posible que esté soñando?.- Pensaba entusiasmada. ¡Agua clara y dulce!. -Chillaba de alegría, se saboreaba y miraba hacia arriba pero no lograba ver nada, ya formaba parte de la gran masa de agua dulce que al principio le pareció estática, pero al pasar un rato y permanecer bien tranquilita percibió en sí misma un movimiento ligero escurriéndose en las grietas del suelo.

En su larguísimo recorrido tardó decenas de miles de años, pero nuestra amiga seguía intacta y tan joven y transparente como el primer día. Desde donde estaba, percibió que la tierra dejaba de ser tierra para convertirse en piedras y mas adelante en rocas, de donde salió un borbotón de agua a la luz, impactándose contra grandes rocas que terminaban en un arroyo. Allí en las cristalinas aguas del arroyo, la gota veía perpleja como bebían el agua dulce y fresca los animales que pastaban en la orilla.

Luego de una buena siesta, ya mas tranquila y sin preocupaciones sintió que el calor intenso del sol recalentaba al agua y tenía la sensación de arder en la superficie de ésta que ardía y humeaba, eso sentía la pequeña gota que creyó que ya nunca más sería pequeña, pues se sentía arropada y protegida en esta gran masa de agua.

Cual no sería su sorpresa cuando comenzó a sentir como subía y se elevaba a través del aire y miraba hacia abajo y veía a los caballos cada vez más y más pequeños como si aquellas bestias fueran cual redondos puntos que se perdían en la espaciosa tierra. Aqüitín junto a otras gotas fue cubierta en una nube blanca, entre el humo, formando figuras increíbles con el paso del viento. El agua que había quedado rezagada en el suelo se unió a toda la que fue cayendo de la nube y en una mole bien unida corrían y corrían las hermanas del agua a través del suelo. Las aves y todos los animales del campo se refrescaban bajo la lluvia fresca de verano.

Muy cerca de allí hay un pozo de agua que mientras llovía, almacenó mucha agua, que después Jacinto con una bomba la llevará nuevamente al campo para regar sus girasoles y también para usar en su casa. Pues cuando llega cansado de sus labores necesita un buen baño y su mujer le tiene preparada su cena usando esa misma agua que toma del pozo.


Mientras ocurren todas estas cosas a la vez nuestra amiga Aqüitín la gota más divertida de todas las gotas de agua, se regocijaba recorriendo los distintos caminos que ya conocía y otros nuevos que te contará en otra oportunidad. Así lo hará durante todo su vida, una y otra vez cambiará de formas sin cansarse, pasara de un estado a otro recorriendo increíbles distancias, su vida es una secuencia de eventos cíclicos que sólo ella “el agua” puede y tiene la capacidad de seguir.

sábado, 13 de octubre de 2007

“Maripó”


Maripó mariposita,
eres tú la más bonita
vuela, vuela sin cesar
al cielo quieres llegar.

Con tus mágicos colores
vas buscando entre las flores
antes fuiste oruguita
crisálida dormidita.

Maripó mariposita
volando con tus alitas
le sacas a las flores
el alma de los olores.

Maripó mariposita
tan pequeña y tan bonita
muy alto quieres volar
y a las estrellas tocar.

Maripó mariposita
alégrame la carita
en otoño y primavera
¡no te vayas de mi vera!.

viernes, 12 de octubre de 2007

“Señora Azúlica”



Eh, amichi, te has enterádico?. Aquella tóntica señórica, que cree azúlica su sángrica, la muy lacónica, anda diciéndico que los inmigránticos somos los índicos de las cuévicas. ¿Qué te parece la maquiavélica y su tóntico comentárico?.

-Si, conozco a esa tóntica señórica, que se cree sántica y todo porque a un cóndico le dio el sí en un altárico.

¿Pero quién se acuerda de eso, mi amiguíco?. Eso fue cuando ella estaba en cíntica, hace ya muchísimo tiémpico. Hay que ver que tiene la cara dúrica, para decir que fue amórico. Pero eso no es importántico, a lo que vamos es, que la muy azúlica le dice a los extranjéricos que regresen a sus rincónicos.

-¡Qué ignorántica la señórica!, nos cree del paleolítico y del pleistocénico!. Ayer la aristocrática dejó a todos perpléjicos, haciéndose la amiguísima, confundiendo a todos con sus egocéntricas cósicas.

¿Es que no sabe la gran señórica que sus ancestros emigraricon?.

-Así mismo, y allá se fueron esos señóricos, a las Américas.

Parece como si no supiera que Colónico le regalara a su ilustrísima la más bella de las tierras que ojos humanos viericon. Y no era Europa, eran las islas del caríbico, la bellísima del caimánico que flota en el mismísimo Atlántico.

-Si eso fuera todo lo que hicieron, los muy satánicos despojaron a los nobles indios de sus tesóricos y ahora pretende que la inmigración es un fenómeno reciéntico, si es que muchos de los actuales latínicos son descendiénticos de españólicos. Hasta cuando el malévolo Franco y su tiránica dictadúrica los españólicos emigráricon.

El mundo entérico puede hacer su propia historia, menos los esquimálicos todo el mundo ha salido de sus níndicos, para encontrar otras mejóricas y conocer a sus amóricos.

-Sabes, cuando vea a la señórica azúlica, la invitaré al extranjérico a conocer las playas de Cancúnico o a Varadérico que son tan preciósicas. De seguro la muy blánquica se pondrá morénica.

Así aprenderá sin enfádico que su tierra no es la única y su Diósico es el mísmico tan celéstico y místico como el nuéstrico.

-La muy tóntica, no sabe lo que se pierde, négricos, blánquicos y amaríllicos, somos todos los mísmicos, tenemos la misma sángrica y cómo nos gusta la mézclica, por lo bonitos que sómicos.

Después de todo, siento pénica por la pobre señórica, casada con un cóndico y tan sóla en su castillo idílico.


En homenaje a Violeta Parra y al maestro declamador cubano Luis Carbonel

jueves, 11 de octubre de 2007

"El mar de tu mirada"



En el infinito mar de tu mirada,
quiero perderme y encontrarte.
Tu dulce ternura,
penetra en mi entendimiento,
y aislada, casi inconsciente
dejo pasar a mi lado el tiempo.

Anhelo las caricias
de tus tibias manos,
aquellas, que siento en mi piel,
cuando me miras,
con esa mirada, que me mima,
con sólo mirar.

Los segundos en que me miras
los he guardado,
como instantáneas diapositivas,
que perturban,
a los cazadores de fortuna,
que atesoran imágenes,
y siluetas explosivas de fieras enjauladas.

Las conservaré para siempre,
en el longevo pensamiento
que quiero aislar
de la imprevista muerte,
o del accidente imprevisible
al que nos exponemos
con la cruel realidad del mañana.

Tu mirada queda en mí,
como quedan los registros
de cada plano de luz,
que invade sin permiso
el rostro descubierto
de una modelo, o la ingenua desnudez,
de una niña que juega,
y descubre su inocencia.

La esconderé,
en el rostro, de los que posan
inconscientes, en las fotos en sepia,
en las cartas de amor
extraviadas y distantes, guardadas
en los cajones de los amores,
que nunca supieron
que pasaron por la vida de otros.

Conservaré la mirada
que me seduce, y no provoca
saltos de locura o electricidad,
que priva de entendimiento.
Guardaré así tus miradas,
en los inmensos pozos de mi mente,
para que nadie pueda hallarlos
y romper el hechizo,
que en mi ejercen,
las olas de este mar que es tu mirada.

miércoles, 10 de octubre de 2007

“Doña Rana y Don Sapón”





Doña Rana y Don Sapón
se están dando un chapuzón
saltando sobre la hierba
terminan sobre una piedra.

Don Sapón complaciente
no echa cuenta de la gente
se fueron de cacería
y llevaron a sus crías.

La amistad mucho crece
y el amor se enriquece
la blanca Luna los mima
y la ranita se anima.

Los mosquitos asustados,
se retiran azorados
a cazar se van de noche
y se besan sin derroche.

Se dieron un atracón
y tienen indigestión
Doña Rana y su amor
cantando están su canción.

lunes, 8 de octubre de 2007

“Sabia decisión”


Una mañana de verano cuando todos en la tierra aún dormían se despertaron las hormigas haciendo gala de su merecida etiqueta de ser las más trabajadoras.

La Hormiga más antigua en el hormiguero se levantó sobre sus patas traseras y decidió a voz populis que harían una asamblea para decidir por dónde pasaría el agua. Una vez dicho esto fueron avisadas todas y cada una de las hormigas para que ninguna se quedara sin emitir su opinión en una decisión tan importante como aquella que decidiría la vida del Hormiguero.

A media mañana comenzaron a llegar todas las hormigas las mayores y las pequeñas y entonces comenzó la asamblea.

Primero alzó la voz una hormiga rubia y dijo así:
-A mi me gustaría que el agua llegara hasta mi cueva porque mi familia es numerosa y me es imposible bajar cada mañana hasta el río pues termino exhausta y todas sabemos la larga jornada que continúa hasta la noche.

Una hormiga que estaba cerca de ella se pronunció y dijo:
-Lo siento mucho pero no estoy de acuerdo contigo, el agua debe pasar primero por nuestra casa porque los míos somos los responsables de alimentar a las ancianas y es lo justo.

Otra hormiga que estaba al fondo escuchando muy atenta pidió la palabra y se expresó así:
-Estoy cansada de oír que aquella o esta son las mas responsables yo pienso que el agua debe pasar cerca del campo y así desviarse hasta nuestra cueva. Es la única forma de que las plantas se mojen y tengan frutos que después nos servirán de alimento a todos.

Dos madres saltaron a la vez y en desacuerdo dijeron claramente que no podían consentir tal cosa pues si el agua pasaba primero por el campo ya no quedaría suficiente para ellas.

En fin la asamblea se alargaba y el trabajo no puede posponerse así que había que abreviar y tomar de una vez la decisión.

Fue entonces que la Hormiga más antigua, inclinada sobre el viejo tronco del árbol que daba entrada a la cueva, tomó las riendas nuevamente y pidió a la hormiga compositora, que por cierto tenía fama de ser muy leída, que ella también expresara su opinión. La compositora alisándose las antenas recitó unos versos con voz muy clara:

Aguas claras transparentes
fiel espejo de la gente
corres al fondo de la tierra
escurriéndote entre las piedras.

Del cielo caes como lluvia
peinando a las rosas rubias
al grifo vas a parar
¡cuánta agua de cristal!.

Sacias la sed del hombre
de las plantas y animales
en el océano y la tierra
ganaremos esta guerra.

Y al final hizo una pequeña pausa para tomar aire y con voz en cuello gritó tanto como pudo.

-¡Se acabó el despilfarro!
traigan todas un gran jarro.
Cada gota derramada
quedará muy bien guardada
.

La asamblea se alborotó y todas las hormigas adultas, mayores y pequeñas salieron corriendo en busca de un gran jarro para recoger todas juntas toda el agua que pudieran recuperar y que aquella agua cristalina no regresara al mar sin ser antes utilizada por todas sus congéneres.

“Sevilla cálida y hermosa”

Mi Sevilla cálida y hermosa,
soleada y abrazada
por la suave brisa del Levante.
Ubicada por mano divina
a orillas del Guadalquivir.

Dotada estás aguas abajo
de marismas que nutren tus suelos.
Ennobleciendo tu espíritu
recreas maravillas en Doñana.

¡Sevilla, cálida y hermosa!,
que exhibes en lo más alto,
a la Giralda.
Mujer con escudo y palma.
Monumento a tu rostro y tu alma.

Te vistes con tu torre dorada
y engalanas el puente de San Telmo.
Guardiana de tu historia y tu puerto,
irradiando azules y amores inciertos.

Ciudad de verdes naranjales,
primavera de flores y azahares.
Embriagas tus calles
perfumando a España,
que expira aire puro y duradero.

Orgulloso Alcázar de murallas,
moldeado por almohades y cristianos
testigo de secretos de realeza,
paseo de príncipes y doncellas.

¡Sevilla, cálida y hermosa!.
Cubierta de fuentes y glorietas,
alegrando sufrimientos y tristezas.
Colmada de jardines y parques.
¡Acacias, Olmos y Adelfas!.

“Enigma”

Eres un enigma para mi,
contigo nunca sé a que atenerme.
No sé si desear que me moje la lluvia,
que me arrastre el viento
o que me cubran las olas del mar.


Todo eso y más.
Un enigma que no descifro con los años.
Impaciente, espero el tiempo del regreso,
que la arena me despeine o rescate un gran delfín,
que me salgan canas y miles de arrugas.

Que el sur se humedezca pronto
pues el norte está invadido por la bruma.
Todo eso y mucho más.
Eres para mi, un enigma.

domingo, 7 de octubre de 2007

Bienvenidos a mi mundo creativo


Bienvenidos a mi Blog:

Con este Blog quiero compartir con vosotros mi más querida afición, escribir Literatura. Escribir forma parte de mi pequeño mundo al que dedico parte de mi tiempo libre y a veces llega a robarme algo más.

Poco a poco iré añadiendo mis relatos, cuentos, poemas y reflexiones de la vida. Hago literatura infantil y para adultos, así que hay para todos los gustos y preferencias, solo falta que les guste y puedan disfrutar de estos.

De nada vale este esfuerzo sin la participación de vosotros, así que os animo de todo corazón a que comenten, critiquen y sugieran mis entradas.

Toda la obra publicada en este Blog se hace bajo licencia Creative Commons. Las creaciones de todos los textos son de mi autoría. Podéis usarla siempre y cuando respeten el contenido original y citen la fuente (mi blog).

Saludos a todos, allá vamos con esta nueva aventura.