lunes, 8 de octubre de 2007

“Sabia decisión”


Una mañana de verano cuando todos en la tierra aún dormían se despertaron las hormigas haciendo gala de su merecida etiqueta de ser las más trabajadoras.

La Hormiga más antigua en el hormiguero se levantó sobre sus patas traseras y decidió a voz populis que harían una asamblea para decidir por dónde pasaría el agua. Una vez dicho esto fueron avisadas todas y cada una de las hormigas para que ninguna se quedara sin emitir su opinión en una decisión tan importante como aquella que decidiría la vida del Hormiguero.

A media mañana comenzaron a llegar todas las hormigas las mayores y las pequeñas y entonces comenzó la asamblea.

Primero alzó la voz una hormiga rubia y dijo así:
-A mi me gustaría que el agua llegara hasta mi cueva porque mi familia es numerosa y me es imposible bajar cada mañana hasta el río pues termino exhausta y todas sabemos la larga jornada que continúa hasta la noche.

Una hormiga que estaba cerca de ella se pronunció y dijo:
-Lo siento mucho pero no estoy de acuerdo contigo, el agua debe pasar primero por nuestra casa porque los míos somos los responsables de alimentar a las ancianas y es lo justo.

Otra hormiga que estaba al fondo escuchando muy atenta pidió la palabra y se expresó así:
-Estoy cansada de oír que aquella o esta son las mas responsables yo pienso que el agua debe pasar cerca del campo y así desviarse hasta nuestra cueva. Es la única forma de que las plantas se mojen y tengan frutos que después nos servirán de alimento a todos.

Dos madres saltaron a la vez y en desacuerdo dijeron claramente que no podían consentir tal cosa pues si el agua pasaba primero por el campo ya no quedaría suficiente para ellas.

En fin la asamblea se alargaba y el trabajo no puede posponerse así que había que abreviar y tomar de una vez la decisión.

Fue entonces que la Hormiga más antigua, inclinada sobre el viejo tronco del árbol que daba entrada a la cueva, tomó las riendas nuevamente y pidió a la hormiga compositora, que por cierto tenía fama de ser muy leída, que ella también expresara su opinión. La compositora alisándose las antenas recitó unos versos con voz muy clara:

Aguas claras transparentes
fiel espejo de la gente
corres al fondo de la tierra
escurriéndote entre las piedras.

Del cielo caes como lluvia
peinando a las rosas rubias
al grifo vas a parar
¡cuánta agua de cristal!.

Sacias la sed del hombre
de las plantas y animales
en el océano y la tierra
ganaremos esta guerra.

Y al final hizo una pequeña pausa para tomar aire y con voz en cuello gritó tanto como pudo.

-¡Se acabó el despilfarro!
traigan todas un gran jarro.
Cada gota derramada
quedará muy bien guardada
.

La asamblea se alborotó y todas las hormigas adultas, mayores y pequeñas salieron corriendo en busca de un gran jarro para recoger todas juntas toda el agua que pudieran recuperar y que aquella agua cristalina no regresara al mar sin ser antes utilizada por todas sus congéneres.

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