"Africa: La verdad de lo importante".

¿Clasismo, elitismo?, de dónde procedes, así serás? . Qué tienes? . 

Yo te digo:- dime de qué presumes y te diré de qué careces.

La sociedad española está minada de seres que se creen con el derecho de mirar a los demás seres humanos con menosprecio, porque provienen de lugares remotos o tienen el color de la piel diferente o hasta si hablan con acento distinto al propio.

 Lo peor es que no lo admiten y hasta muestran sentirse ofendidos si les demuestras que son racistas, clasistas y muchos de ellos elitistas.

A los señores y señoras que padecen este mal tan infernal como estúpido y tan cruel como lo es la malaria o el cáncer o el SIDA. Les podría sugerir que se den un paseo por Africa ya que pueden hacerlo y así....

 Aprendan a valorar lo que de verdad es importante en la vida,

 quién es quién en esta vida cuáles son las cosas importantes para poder

 sobrevivir en un mundo hostil lleno de indiferencia que mira hacia el otro lado al

 saber de miserias y enfermedades. Cuál es el abc para no morir de hambre o sed, o

 de una picadura o padecer agobiado por el aplastante calor y perder la razón.

 Aprenderán que no existe el por qué? ni el tiempo, aprenderán a esperarlo todo y 

soportar lo que venga, aprenderán lo impredecible del clima y lo vulnerables que 

somos todos, "Vengas de donde vengas y tengas lo que tengas en el banco", tengas 

o no sangre azúl lo mismo serás atacado por los insectos que les gusta tu sangre y 

la mía".

 Verán lo espacioso e infinitesimal que es aquel mundo, armado hasta los dientes de irreverencia y discordancia en lo humano. 

Cargado de espacios verdes y repletos de criaturas imponentes en belleza y majestuosidad que nos superan en argumentos y presencia. 

Plagados de insignificantes especies en tamaño que podrían cubrir el cuerpo de un hombre en sólo segundos y hacerlo desaparecer. 

Habitado por seres que no saben que existen, salvo en sus propias conciencias y sin embargo, tienen tanto que enseñar al resto de los humanos, que no le alcanzaría toda una vida a un hombre del primer mundo para aprenderlo. 

Un mundo saciado de sed e infertilidad de la tierra, sin límites para poder comparar, porque no existe ninguno igual en el planeta.

 Un mundo tan inconmensurablemente amplio, que de repartirse en pequeñas porciones para  el resto de los humanos,  todos pudieran vivir en paz y armonía sin pisarse unos a otros. 

Un mundo cuyos habitantes respetan tanto a sus antepasados y sus culturas, que los cargan dentro de sí, a pesar de vivir cambiando sus casas de sitio  todas sus vidas. Eso es verdadera sabiduría.

 Un mundo lleno de conocimiento, convertido en ignorancia para los verdaderos ignorantes que no aprecian la sabiduría de lo desconocido por miedo a ser devorados por sus propias conciencias.