Invitados en casa.

Muchas veces la cotidianedad de la vida en familia cae en un círculo de actividades programadas repetitivas (niños-escuela-trabajo-comida-deberes-cena-niños). Casi siempre aunque te das cuenta de esto no puedes hacer mucho para romper el ciclo.

La llegada esperada de invitados es un toque de aire fresco en el hogar que agradecemos con entusiasmo. Sobre todo por los niños que lo viven con alegría y disfrutan con júbilo. Los juegos con los mayores tan deseados son nuevas pinceladas y matices de voces, risas y retoso por toda la casa que vibra de armonía.

A media noche, sin premeditación pero con alevosía ponga la vela del angel en el medio de una gran manta sobre el suelo y sentarse todos sobre ésta, haciendo un círculo adultos y niños, con las luces apagadas, sólo ilumina el ambiente la vela del ángel. Escuchar la voz de un adulto narrando una historia es super acogedor y tiene un comienzo sin fin que nunca olvidaremos.

Les recomiendo invitar a casa en Navidad unos días a un par de amigos de la familia que lleven tiempo sin verse, sientense en el suelo a la luz de una vela y cuente una historia, se sentirá como Sherezade en las MIL y una Noches.

Se acordarán de mi.