martes, 14 de julio de 2009

Las canas de la Sabiduría

Tener 89 años no es impedimento para disfrutar del mar y de la naturaleza, cuando crees que es tarde para algunas cosas, la vida te sorprende y te deja conocer lugares nuevos y vivir cosas que ya no pensabas.

Por ello la mejor lección es nunca dejarse caer, disfrutar mientras estamos vivos y agradecer el ver cada amanecer.

Las olas del mar son sabias, se van una y otra vez sin cansarse nunca y pierden en la distancia, pero de nuevo regresan con fuerza y arremeten contra la arena en la orilla. Si de eso no aprendes algo no será porque la naturaleza no te muestre su ingenioso hacer.

Los años en los ancianos deben ser respetados como se respeta y cuida un bien muy querido, cada cana y arruga tiene una historia o un recuerdo , su sola presencia y compañía ya es enriquecedora. Saber apreciarlo como a las olas: es de gran sabiduría.


1 comentario:

MiSs OtRaS y Yo dijo...

Hace falta más respeto hacia los viejos. Pero también hacen falta más jóvenes de ayer.