"La niña del Amazonas"

Isamí amaba la selva y quería devorar todos sus secretos, pero es sabido que es imposible. Nunca ningún hombre sea cual sea su raza o condición puede saber todo de la selva, porque ésta siempre se revela haciendo cosas nuevas cada vez para que nadie llegue a conocer todos sus secretos y dominarla. Sin embargo la niña pájaro como la bautizó su abuelo aprendía de la naturaleza ruda y frágil al mismo tiempo. Le fascinaba bañarse en el río para poder adivinar todos los misterios de los peces nocturnos que gustaban acercarse a la orilla a escuchar el sonido de los hombres. 

Muchas veces estando en el agua la sorprendía el sol en el horizonte dejando rastros lilas y azules en el cielo antes de retirarse totalmente dejando a la luna y las estrellas para alumbrar al agua del río. Aguas que en aquel lado del mundo eran infinitas y muy brillantes. Así pasaba muchas horas contemplando al agua que hacía suya cada día de su vida.