domingo, 8 de junio de 2008

Destino inevitable.

....De como fue el día que encaró el mayor de sus temores....

Un paisaje tan bello, nada mejor para desconectarse del mundo, pensó y sin dudarlo decidió recostarse en la hierba.
Toda una delicia la hierba húmeda, el sonido del trinar de los pájaros y aquel encantador sonido del agua cayendo sobre las rocas. Lágrimas de perlas incorporándose a su fuente natural para encontrar su propio camino.

La tarde recién terminaba y cuando se disponía a regresar de su enternecedor paseo, percibió que la miraban. Miró hacia todas partes y no vio nada, pero siguió sintiendo la mirada de alguien. Sintió que el viento batía su pelo más fuerte y sin darse cuenta estaba anocheciendo. Allí estaba mirándola plácidamente, acechando como las fieras a su presa dejando caer al suelo una muestra propia de inquietud, dolor, odio y veneno. Su mayor temor ..encontrarse en el mismo camino de una serpiente venenosa.

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