viernes, 21 de diciembre de 2007

“Análisis de conducta”


Reflexionemos unos instantes sobre nuestras respuestas y opiniones cuando estamos reunidos compartiendo con nuestros amigos durante el desayuno en el trabajo. Aún más en las fiestas o comidas que organizan en la empresa donde pasamos tantas horas de nuestras vidas.
No siempre por no decir que muchísimas veces no somos consecuentes con lo que pensamos en realidad ni actuamos de acuerdo a lo que pedimos y exigimos a nuestros semejantes. Preferimos dejarnos arrastrar por la voz que mas alto se escucha.
Probablemente muchos de vosotros estarán de acuerdo conmigo en que no nos conducimos igual en casa con la familia que en el trabajo. ¿Acaso estamos contentos con nuestra actitud diaria, no analizaremos nuestra forma de decir o hacer en todos los lugares que pisamos y por supuesto en casa.?.
Sobre todo los hombres son mas propensos a estos cambios de personalidad. Hacéis o decís cosas en el trabajo que no siempre piensan. Os dejáis llevar por la corriente que viene y va, sin descansar un segundo para reposar sobre la arena, sin importar la consecuencia sobre todo cuando el tema no os involucra directamente. No os da vergüenza, debéis reflexionar sobre esto, yo me lo plantearía como algo a cambiar.
A las mujeres a veces también nos pasan estas cosas: Nos dejamos llevar por apariencias aunque es verdad que somos mucho mas firmes en nuestras posturas y hay que convencernos para cambiarlas. Tomamos más partido en cosas que afectan a otros sobre todo, somos más solidarias con los problemas de los demás. Sin embargo también caemos muchas veces en estas situaciones de las que casi siempre nos arrepentimos. Al menos cuando me ha pasado me siento mal por haberlo permitido y no mencionar aunque tan solo fuera bajito mi opinión diferente.
Es increíble como el hecho de estar rodeados de gente que piensa diferente hace de ti un títere que teme hasta decir lo que piensa para no llamar la atención o evitar discordias y ser el punto de mira. Preferimos a veces pasar inadvertidos por la vida a tener que afrontar la mirada incisiva de otros que muchas veces no merecen nuestro respeto. ¿Hasta cuando nos comportaremos como niños grandes que los demás propician nuestras respuestas y opiniones?. ¿Qué vamos a enseñar a nuestros hijos con esta forma tonta y absurda de comportarnos?.
El año termina y aún no hemos estado en paz con nosotros mismos ni tenido al menos unos minutos para reflexionar sobre nuestras vidas. Considerar nuestros errores y prever qué conducta asumir en lo adelante en todos los aspectos de nuestra vida es algo a considerar seriamente.
Reflexionemos, que siempre hay un momento para afrontar “Ser nosotros mismos”.

No hay comentarios: