sábado, 17 de noviembre de 2007

"Retomando la cultura antigua del agua"

Los señoritos dueños de compañías y obras hidráulicas de hoy día debieran debieran tomar apuntes de las grandes obras hidráulicas que hace la naturaleza sin coste alguno, como es el caso de las cascadas, donde el agua que cae desde tanta altura se va purificando con el oxígeno del aire en su caída, así el agua cuando llega al suelo está completamente limpia de impurezas, lista para beber.

En la antigüedad los indios de América en particular los pertenecientes al vasto imperio Inca hacían maravillas observando a la naturaleza para lograr abastecerse de agua y usarla en la agricultura. De ello dependía la sobrevivencia de todo el imperio y su gran desarrollo y éxito económico y social en gran medida se lo debían al uso racional e inteligente de los conocimientos adquiridos de la naturaleza y su puesta en práctica.

Muchas técnicas usadas hoy como pozos, represas y canales que incluyen la captación, la transmisión, la reserva y la distribución del agua de los ríos, lagos o lluvias, para uso del hombre y los animales domésticos, así como para el riego de los terrenos agrícolas fueron utilizados por este gran pueblo hace cientos de años.

La primera represa hidráulica que se conoce en México, la presa Mequitongo, situada en el valle de Tehuacán, construida en el año 700 a.C. tiene una superficie cubierta en 2.38 hectáreas y el volumen de agua retenida en unos 37,000 metros cúbicos. De modo que muchas veces creemos que superamos con creces la sabiduría de los indígenas pero nada más lejos de la realidad en lo que se refiere al agua, más bien debiéramos aprender de ellos.

En el valle de Teotihuacán, en el año 100 a.C. existía un sistema de canales, tanto para riego como para control del agua de lluvia. La construcción de diques era otra de las obras hidráulicas más usadas por los Incas para desviar las aguas de los ríos y aprovecharlas conducidas por canales, en terrenos situados a la orilla de los cauces. ¿Por qué no somos capaces de reconocer estas cosas y retomar la cultura antigua de nuestros antepasados para solucionar una parte de los grandes problemas que tenemos hoy con el agua incluso en el mal llamado primer mundo?.

Todas esas obras de Ingeniería hidráulica prehispánica permitían el mejor rendimiento de los cultivos. Los Incas con su sabiduría lograban a la vez de abastecer de agua dulce a su pueblo y a su agricultura, evitar la erosión de sus suelos. Justamente esto último, aún en nuestros días con el desarrollo económico agrícola que contamos no somos capaces de evitar.

La maestría de los Incas les permitía hacer complejos drenajes, tanto en los valles costeros como en los de las montañas para proteger los cultivos de las lluvias torrenciales e inundaciones. También lconstruían unas hondonadas o depresiones artificiales, llamadas cochas, que se abrían en el terreno para acumular el agua de las lluvias, en las zonas de las tierras altas.

¿Cómo es posible que existan lugares en España que puedan quedarse sin agua habiendo sido descubridores y colonizadores de parte de las Américas y para colmo no aprovechar la cultura árabe tan rica en experiencias magistrales en ingeniería del agua?.

Debemos retomar la cultura antigua del agua y podremos resolver uno de los principales problemas que preocupan a tantísima gente en el mundo y salvar millones de vida en el continente africano. Menos tecnología y costes millonarios sustituido por más voluntad y manos a la obra.

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