jueves, 7 de agosto de 2008

“La gatita María Ramos”.

La gata blanca se ha ido con su príncipe Sílfrido
maullando están los gatos con corbatas y tacos.
La Lechuza que los vio desde el árbol los casó
todos vienen a la boda con sus velos y sus colas.

Las gatas con alegría forman gran algarabía
todas chillando están cuando lanzan azafrán.
La envidia fea asomada trepada en una ventana
del balcón lanza una cosa que parece pegajosa.

El perro de los vecinos salió rápido al camino
el escándalo fue tal como batalla campal.
Los gatos corren de prisa y se acaban las sonrisas
el regalo de los novios quedó como un velorio.

Las espinas de pescado cayeron del otro lado
los ratones escondidos regalan un suspiro.
La boda al fin se acabó y el gato gris la besó
la gatita Maria Ramos del altar se lleva un ramo.

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