miércoles, 2 de enero de 2008

Parodia de la Vida cotidianda de la mujer

Con intensa premura vivo el día,
sin tiempo para entregarme a mis íntimos deseos.
Mis sueños sin descanso,
rodeados de impacientes criaturas
precisando cariño en el aire que respiran.
Pasa el tiempo y con éste,
la esperanza perdida se avecina.
Sin permisos ni anuncios previos
las arrugas se imponen,
aparecen al espejo desafiantes
ralos cabellos blancos entrelazados
en las sienes fruncidas.
Despejada de alegrías y tristezas
ante el paso de mi imprudente desenfado,
sonrío y la felicidad me colma satisfecha.
Envuelta en agua y barro moldeando mi figura
ahuyenta los años detenidos en el siglo,
en un tiempo de entropía de oxígeno disuelto
que acapara al universo henchido de energías,
perdida en la inmensidad de agujeros negros.

1 comentario:

Luis Miguel BP dijo...

Hay que vivir el día a día según se nos muestra, el Tiempo no perdona, va pasando y nos vamos dando cuenta al final de cada etapa, es por eso y por tantas cosas que debemos saber llevar el Trabajo, la Diversión, la Familia, todo de la mano y a ritmo, para que no se nos quede nada para luego...

Pablo Milanés dice en aquella canción: "El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos", he aquí un "claro" ejemplo.

Saludos cordiales, LMBP.
http://luismiguelbp-cuba.blogspot.com