domingo, 6 de enero de 2008

“Al final del día de los niños con los Reyes Magos”

Día feliz y alborotado desde temprano, en casa el barullo de las niñas que se levantan antes de lo acostumbrado para ser las primeras en descubrir sus regalos. Anoche estaban muy desveladas y ansiosas y ni porque saben que los camellos se tardan más si no están dormidas logran conciliar temprano el sueño.
Amanece y las caras y los chillidos de emoción alegran al mas escéptico. Los niños creen lo que quieras decirles este día y nosotros, disfrutamos el gustazo que es para cualquier padre, poder complacer a nuestros hijos. Todo lo anterior muy bien amenizado con los ruidosos petardos de los muchachos y de los no tan muchachos que pareciera que no tuvieron infancia o quizás que quieren revivirla nuevamente. Es fácil comprenderlos, excepto porque muchos niños se asustan cuando suenan los petardos y algunos no dejan de llorar todo el tiempo hasta que dejan de escucharse. Lo mismo que la pobre perra que no para de lloriquear.

Mas tarde la cabalgata, todo un acontecimiento para los niños que les hace mucha ilusión acercarse para ver el gran teatro que significan los padres disfrazados de Melchor, Gaspar y Baltazar rodeados de regalos y caramelos.

A nosotras las mamás no suelen traernos nada los reyes magos pero sé, que no me equivoco mucho si les pedimos que para el próximo año nos traigan mucho amor y más paciencia.

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