lunes, 17 de diciembre de 2007

Ausencia III. Única en el universo.


Te he perdido y en ruinas me encuentro.
Te llevó la lluvia y arrastró el viento,
y en mi memoria quedan archivados tus cariños a las niñas
y tu presente figura constante y oportuna en mis débiles momentos.
¡ Qué grande has sido para mí madre mía, vieja amiga y confidente!.
Te amaré siempre,
hasta que la lluvia me lleve contigo cubriendo con las hojas
los pies sedientos de tus pasos.
Contigo se fue mi infancia, quedó el recuerdo de tu rostro,
tus tristezas y alegrías. Las conchas, la arena blanca,
tus manos, mi melancolía, tu mirada en mis pupilas.
La magia de tu amor consume el órgano que rige mis latidos
aprieta mi pecho y remueve las vísceras
llorando lágrimas infinitas que caen al mar
y se pierden en la espuma del oleaje.
Saqueada y robada sigue rodando mi alma
vacía de energías e impulsos
emergencia del viento que nos separa
susurrando tu nombre en mi boca.

No hay comentarios: