Aquella mañana todo parecía más bonito, el sol brillaba y se escondía de vez en cuando tras una pequeña nube, que volvía a reaparecer más distante. Las calles cubiertas de hojas secas y flores de varios colores teñían el suelo de tonos azules y rosas. Los niños jugaban y corrían de un lado a otro mientras las niñas más pequeñas se mantenían sentadas sobre las pequeñas piedrecillas que ocupaban el suelo bajo el tobogán del parque. Ellas iban y venían cargando sus cubitos de arena y piedras para verlas caer al lanzarlas tobogán abajo.
Estaba por llegar el día en que sentiría que toda aquella paz me llenaría y podría gritar sin pensar en el resto de las miradas < Soy Felizzzzzzzzzzzzzzzz >. Mi ilusión y la de mis seres queridos se habría cumplido y sus angustias y preocupaciones podrían dormir eternamente. Sólo importaría el presente y vivir intensamente manteniendo el rojo fuego ardiendo para siempre y muy cerca pero bien cuidada la hierba fresca.
martes, 8 de marzo de 2011
"Hierba fresca"
Publicado por Yolanda JB. a las: 17:15
Categoría:
Cuentos y Relatos para todos
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